El CEO de la agroquímica Syngenta, Antonio Aracre, anunció que dejará ese cargo el 31 de diciembre próximo, tras 12 años de ejercerlo.
A través de sus redes sociales, el empresario publicó una “Carta de despedida de mi segunda casa en los últimos 36 años”, a través de la cual indicó que a partir del año que viene encarará “nuevos desafíos”.
“Luego de 36 años en la compañía y los últimos 12 como CEO para Latam Sur, he decidido retirarme tempranamente de Syngenta a partir del 31 de diciembre de este año, para permitirme soñar con nuevos desafíos”, resaltó Aracre.
Y aseguró que abandona su cargo “con la felicidad de dejar esta empresa como la número uno del mercado y con la mayor tasa de crecimiento en la industria además de un óptimo nivel de rentabilidad; pero sobre todo con el orgullo de haber desarrollado un equipo profesional sólido y motivado”.
Carta de despedida de mi segunda casa en los últimos 36 años
Luego de 36 años en la compañía y los últimos 12 como CEO para Latam Sur, he decidido retirarme tempranamente de Syngenta a partir del 31 de diciembre de este año, para permitirme soñar con nuevos desafíos (abro 🧵)
— Antonio Aracre (@tonyaracre) October 12, 2022
“Durante todos estos años disfruté bastante, aprendí muchísimo, sufrí un poco algunas veces, pero lo más importante fue haber conocido gente increíble, inteligente y afectuosa con la que me animaría a construir cualquier proyecto en cualquier parte del mundo”, destacó.
Sobre su futuro laboral, no dio precisiones: “podré elegir hacer lo que me haga más feliz”, dijo.
Partidario del desdoblamiento cambiario
Aracre fue uno de los impulsores del “dólar soja” y en sus últimas declaraciones públicas, el ejecutivo se refirió, entre otros temas, a una eventual devaluación.
“Una devaluación tradicional no la veo ideológicamente con el Gobierno actual y desandando lo ideológico no lo veo como algo productivo en una economía tan dolarizada: devaluar un 50% significa que a los 40 días no ganas ni competitividad ni productividad por el tipo de cambio”, consideró.
A cambio, propuso “hacer un desdoblamiento, como una devaluación gradual, donde dejar dentro del tipo de cambio oficial a la parte de la economía que quiere proteger del encarecimiento de los precios -salud, alimentos o insumos industriales críticos- y dejar flotando en el dólar financiero todo lo demás que tenga que ver con los viajes al exterior y los bienes suntuarios”. (NA)
El ABC Rural