“Changómetro”: números sobre la mesa para mostrar el impacto de la inflación

En la “Edición Picada”, el “Changómetro” de FADA muestra en ejemplos concretos cómo los argentinos necesitan cada vez más plata para comprar lo mismo.

“Changómetro”
Los salarios reales, al comparar diciembre 2017 con diciembre 2021, perdieron el 20% del poder de compra.

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) emitió una nueva edición del “Changómetro”, un medidor de compras que revelan la inflación a lo largo del tiempo.

Esta vez presentaron la “Edición Picada” para mostrar en ejemplos concretos cómo los argentinos necesitan cada vez más plata para comprar lo mismo.

“Lo planteamos como una picada para 4 personas, un grupo que se junta en verano. La misma picada hace 4 años costaba $300, hoy cuesta $1450, se multiplicó el precio por 5. Así se va desvalorizando nuestra moneda, cada vez necesitamos más pesos para comprar los mismos productos”, señaló Natalia Ariño, economista de FADA.

En tanto los salarios reales, al comparar diciembre 2017 con diciembre 2021, perdieron el 20% del poder de compra.

“Esto quiere decir que de cada $1000 que consumíamos en diciembre de 2017, en la actualidad podemos consumir el equivalente a $800”, agregó Ariño, según el Índice de Salarios que publica Indec.

“La lista del súper”

Los analistas que elaboraron el informe dijeron que tuvieron en cuenta el queso, fiambre, pan, cerveza y gaseosa, cosas que no faltan nunca.

“Con esto calculamos que en cuatro años el billete de $1000 perdió la capacidad de comprar casi 4 kilos de jamón cocido, 3,300 de salame, 3,300 de queso pategrás, 20 kilos de pan, 18 botellas de cerveza y 17 botellas de gaseosa”, afirmó David Miazzo, economista Jefe de FADA.

“Con $1000 en diciembre de 2017 comprábamos 4 kilos de queso pategrás ($247), hoy sólo compramos 700 gramos ($1.340). Con el fiambre sucede lo mismo: en 2017 comprábamos 4,7 kilos de jamón cocido ($213) o 4 kilos de salame ($257), hoy no nos alcanza ni para un kilo de ninguno de los dos (jamón $1.140 y salame $1.360)”, completó.

El análisis del “Changómetro”, por más que parezca hasta superficial, muestra con ejemplos de todos los días el desajuste del peso.

“Para acompañar todo esto nos falta el pan, en 2017 comprábamos 24,5 kilos ($40,60). Hoy nos alcanza para 4 ($210). Para tomar, si pensamos en picadita se nos viene una cerveza a la cabeza: en 2017 con $1000 podíamos comprar 24 botellas ($41), hoy solamente nos alcanza para 6 ($160), son 72 pintas menos para brindar”, lamentó Ariño.

“Con la gaseosa cola pasa lo mismo: en 2017 comprábamos 23 botellas de 1,5 litros ($45,50) pero hoy sólo compramos 6 ($150)”, apuntó.

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En cuatro años el billete de $1000 perdió la capacidad de comprar casi 4 kilos de jamón cocido, 3,300 de salame, 3,300 de queso pategrás, 20 kilos de pan, 18 botellas de cerveza y 17 botellas de gaseosa.

Del “Changómetro” al Fondo

Los economistas de FADA afirman que las formas de controlar la inflación van en tres sentidos: emisión de pesos, equilibrio fiscal y confianza en la economía del país.

Convienen en que el acuerdo con el FMI plantea un sendero de baja del déficit y de la emisión monetaria, por lo que es un paso en el sentido correcto.

“Sin embargo, se han acumulado tantos desequilibrios en la economía que, incluso con las medidas correctas, se necesitarán varios años para que la inflación comience a descender”, indicó Miazzo.

El ABC Rural