En un mundo con incremento poblacional para las próximas décadas, con aumento en la demanda de alimentos, y la necesidad y desafío de una intensificación productiva para poder producir más y en forma sustentable, el sistema silvopastoril es una gran alternativa.
Para los especialistas, la compatibilización entre una ganadería más intensiva, un manejo forestal y el mantenimiento de las funciones del ecosistema, es posible.
Con un sistema silvopastoril, mediante la combinación del manejo forestal cultivado y la ganadería, se logra maximizar la rentabilidad de un campo respecto a la ganadería extensiva, entre otras numerosas ventajas económicas, productivas y sociales para el productor y el ambiente.
A través de la producción ganadera en forestaciones cultivadas, se optimiza el uso de recursos, se diversifican las producciones y se compatibilizan la producción de carne con la de madera de calidad.
Unas 40.000 hectáreas en diferentes regiones
La implementación del sistema silvopastoril en forestaciones cultivadas, hoy abarcaría unas 40.000 hectáreas en provincias como Salta, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires.
Se trata de diferentes zonas donde la actividad forestal cultivada constituye la base de la economía local, agregándole mucho valor a la producción maderera, sumándole la complementación de la ganadería y sus beneficios.
Para conocer las características del sistema silvopastoril en forestaciones cultivadas, El ABC Rural dialogó con un especialista, el asesor forestal Pedro Botta, quien desde hace muchos años trabaja con el INTA y en un campo de Monte Caseros, Corrientes, uno de los primeros que implementó el sistema silvopastoril en Argentina.
Combinación de dos actividades para crear una sinergia
“El sistema silvopastoril presenta características particulares de acuerdo a la especie forestal que se cultiva y la región productiva, ya que por ejemplo en Corrientes se utilizan muchos eucaliptus y pinos, y en el delta y costa bonaerense del río Paraná, el álamo y sauce”, indicó Botta.
“Hoy la producción de madera está pasando por un gran momento económico a nivel internacional, y en combinación con la ganadería para producir carne permite diversificar el negocio”, apuntó
Pero además de la producción de madera y carne, el especialista dijo que “también se logra generar un bienestar animal, a través de la protección de la hacienda frente al calor, viento o frío, como sucede más hacia el sur bonaerense”.
Por lo tanto, destacó que “el sistema silvopastoril apunta a combinar dos actividades para crear una sinergia y maximizar la rentabilidad de un campo, a partir de un ambiente generado con la producción maderera mucho más amigable con un animal que produce más carne”.
Duplicó la rentabilidad del campo por mayor bienestar animal
En ese sentido, el entrevistado ejemplificó que al campo de Monte Caseros a nivel económico le pusieron números durante 15 años, y observaron que se duplicaba la rentabilidad.
“La hacienda con cría pasaba el verano con sombra, y un pasto mucho más verde, productivo y palatable, midiendo el INTA que su índice de calidad era un 60% superior a los campos tradicionales de la zona”, subrayó.
En consecuencia, Botta, informó que “logramos mayor porcentaje de preñez y terneros 10 kilos más pesados, manteniendo la producción de kilos de carne por hectárea respecto a un campo convencional, que tiene mayor superficie al no contar con los árboles de la forestación”.
Asimismo, recordó que “la forestación es un gran captador de dióxido de carbono, compensando las emisiones de la ganadería, ya que 300 árboles por hectárea fijan el dióxido de carbono que emiten 5 a 8 vacas”.
Por eso, remarcó que “hay empresas que ya están certificando su sistema silvopastoril para vender bonos de carbonos”.
Costosa inversión inicial, aunque similar a ganadería convencional
En cuanto a la inversión inicial del sistema silvopastoril, el especialista dijo que es costosa, aunque consideró que se asemeja mucho a la de un planteo ganadero convencional con alambrados, corrales y mangas.
“El forestador tiene una menor inversión por hectárea, pero el ganadero tiene que esperar el lote, porque cuando se plantan los árboles, al ser muy chicos no se puede colocar la hacienda y hay que esperar que crezcan”, explicó Botta.
“Por eso el sistema se tiene que adaptar muy bien al tipo de empresario u objetivo productivo y financiero, si es madera o carne, aunque una vez que funciona, ganadería y forestación pasan a ser un negocio anual, ya que todos los años cortas y reforestas”, señaló.
En definitiva, el entrevistado, afirmó que “el sistema silvopastoril es más rentable que la ganadería convencional, ya que cuenta con dos cajas de ahorro a mediano (carne) y largo plazo (madera). Hay que tener paciencia, muchos empresarios lo entendieron y están muy conformes”.
Impacto positivo y negativo de ganadería sobre forestación
-¿Qué impacto positivo tiene la ganadería en la producción forestal?
-Como la madera tarda unos 10 años en producirse, con la ganadería el costo de inmovilización del capital tierra disminuye para la producción forestal. El bosteo de los animales colabora con la nutrición de los árboles, y la hacienda, al remover el pasto, disminuye el riesgo de incendio, al estar siempre verde y más corto. Se logra mayor calidad de madera.
-¿Cuál sería el impacto negativo?
-Que disminuye la posibilidad de la producción maderera, ya que se producen unos 300 árboles por hectárea frente a unos 1.000 en forma tradicional.
El ABC Rural