En la Argentina los cambios en el uso de la tierra que permitieron la expansión de la superficie sembrada, provocaron un desplazamiento e intensificación de carga ganadera hacia campos de menor calidad agrícola y la aparición de sistemas de producción mixtos, entre los que se destaca la producción combinada de bovinos y búfalos.
Aunados por el interés en la sanidad animal, especialistas del INTA y del Conicet pusieron el foco en las producciones mixtas de bovinos y búfalos y comenzaron a explorar los agentes virales que circulan entre individuos de distintas especies que conviven en un mismo ambiente. Analizaron tanto los agentes virales que son propios de la especie, como aquellos que logran superar la barrera interespecie.
Debido al alto nivel de prevalencia serológica y a las pérdidas económicas que ocasiona en los rodeos de carne y leche, los trabajos de investigación se dedicaron a conocer la circulación e impacto productivo de diferentes tipos de herpesvirus. Entre los hallazgos de mayor relevancia, los estudios permitieron reportar el primer aislamiento de herpesvirus bubalino 1 (BuHV1) en la Argentina y a escala sudamericana y demostrar la susceptibilidad de bovinos a la infección causada por BuHV1.
Alejandra Romera, investigadora del Instituto de Virología del INTA y del Conicet –desde 2018 articulados bajo la Unidad Ejecutora de Doble Dependencia denominada Instituto de Virología e Innovaciones Tecnológicas (IVIT)– destacó la importancia estratégica de estos estudios.
“Los animales que cohabitan en un mismo ambiente pueden transmitirse enfermedades hasta transformarse en reservorios de virus endémicos, con el consecuente cambio en la epidemiología de las distintas enfermedades dentro de la población de origen y un profundo impacto en las poblaciones con las que cohabitan”, explicó la profesional.
Atacando el problema
Demostrada la susceptibilidad de bovinos a herpesvirus bubalino, la investigadora actualmente estudia la susceptibilidad de los búfalos a los herpesvirus bovinos (BoHV1 y BoHV5). “De esta manera, se aporta en el estudio del rol del búfalo en la patogenia de herpesvirus bovinos y permite la evaluación de impacto a campo, especialmente en sistemas de producción mixta búfalo-bovino”, valoró Romera.
En esta línea, advirtió que, de probarse la susceptibilidad de los búfalos de agua a los patógenos que afectan al rodeo bovino y su rol como reservorio o huésped, “aumenta la necesidad de realizar controles sanitarios del ganado bubalino, tanto para mejorar las condiciones de bienestar como los resultados productivos de la actividad ganadera”.
Respecto de las formulaciones que podrían utilizarse para inducir la inmunización de los animales, la investigadora precisó: “Si bien los búfalos de agua pertenecen a una especie diferente a los bovinos, debería ser estudiada la posibilidad de emplear las mismas vacunas utilizadas para bovino en búfalos en pos de desarrollar un calendario sanitario”.