
Ya no es una novedad. En nuestro país son cada vez más vistos los ejemplos de mujeres asadoras que se animan a superar las barreras y cocinan al fuego, dejando en claro sus atributos femeninos en el parrilero.
En restaurantes, eventos y hasta en el propio almuerzo familiar, las mujeres están desplazando a los hombres en la parrilla. En cada mesa el recurrente “un aplauso para la asadora” se escucha casi como una reivindicación al género.
En ese sentido, un grupo de chicas logró el segundo puesto en un concurso para asar lechones. El encuentro se llevó a cabo en Chañar Ladeado, en el marco de la Fiesta Nacional del Porcino. Participaron más de dos docenas de grupos y entre ellos, por primera vez, mujeres. Las Charlotitas se llevaron el puesto de plata.
Un aplauso con estilo
Se trata de un grupo de amigas de esa localidad santafesina, que decidieron su nombre como una suerte de homenaje a Charlotte Caniggia. Pero en esta oportunidad entraron en la historia de su localidad al ser las primeras en participar de la competencia de asadores.
Mara Valetti, integrante del grupo, dijo que en su pueblo se hace la Fiesta Nacional del Porcino. “Este año fue la número 49 y siempre hay un concurso de asadores de lechones”.
Es por ello que se animaron a mostrar su destreza, y vaya si lo lograron. “Todos los años cuando se hace la fiesta se postulan los hombres para hacer lechón y la verdad que nosotras no lo teníamos en la cabeza. Este año salió y había que anotarse; estábamos armando un viaje para el año que viene y como el premio era dinero, se nos ocurrió anotarnos para usar ese dinero para el viaje”.
Un premio más que merecido
“Lo hicimos a dos fuegos, pusimos la parrilla con una chapa, prendimos fuego arriba y después abajo. Nos llevamos aserrín, unas piñas de árboles de pino y papel y lo prendimos bien natural. Usamos leña y carbón”, contó la participante.
Se trata de un grupo de chicas a las que les apasiona cocinar. “Cocinamos a la parrilla cuando nos juntamos, pollos, asado, pizza. Pero lechón nunca habíamos hecho”, describió.
Al ser un pueblo de campo, Las Charlotitas, toda la vida habían visto a sus familias cocinar lechones al fuego, pero ninguna se había puesto al mando de esta destreza cultural de los pueblos del interior.
“Juntamos información de todos lados, miramos tutoriales, libros de recetas, queríamos ganar y nos salió genial”, sostuvo una de las integrantes del grupo. “La onda que le metimos hizo que nos saliera bárbaro”, concluyó.
El ABC Rural