Tambo Robot – Ordeñe voluntario y eficiencia extrema en lechería

Los robots son una realidad en la producción lechera de varios países del mundo, y en la Argentina no se quieren quedar atrás.

En ese sentido, desde el INTA, continúan en la investigación de desarrollos de nuevas tecnologías para tambos y en modernos sistemas productivos, que le permitan a esta región poder producir a mayores niveles.

El tambo robot, es un fiel reflejo del progreso que experimentó el sector y se convirtió en un planteo técnico que en el futuro podrá modificar la vida misma del sector lechero y sus productores.

En el mundo, después del avance con la máquina de ordeñar y los extractores automáticos de pezoneras, que reemplazaron el trabajo manual, el robot era el último paso que faltaba para la completa automatización del proceso de ordeño.

En este sentido, lo central del desarrollo es un brazo robótico que limpia los pezones y luego coloca las unidades de ordeño a la vaca.

El único tambo robot instalado en el país en pleno funcionamiento, se encuentra en la Experimental Agropecuaria del INTA Rafaela y fue instalado por la firma De Laval hace casi tres años.

El mismo se encuentra en etapa de prueba, debido a que los técnicos del organismo público desean evaluar su funcionamiento, aunque aseguran que el futuro de la lechería en nuestro territorio estará a merced de la robótica.

“Se trata de un proyecto de investigación y desarrollo en el cual existe una mutua vinculación de los sectores público y privado que se articula notablemente”, explicó en diálogo con Nuevo ABC Rural, el técnico agrónomo Emilio Walter, integrante del grupo de calidad de leche y agroindustria de la Experimental Agropecuaria del INTA Rafaela.

En la búsqueda de la eficiencia

El convenio tiene como principal objetivo adaptar y validar esta tecnología en un sistema de producción representativo de la Argentina.

“El foco de la implementación de estas tecnologías es reducir costos, aumentar la eficiencia, la calidad y consistencia de la información”, manifestó el entrevistado del INTA, quien aclararó que “estas tecnologías no trabajan solas”.

Según el organismo técnico, las personas que trabajan en el tambo pueden dedicar más tiempo a otras tareas que generan valor, como ser el análisis de datos.

En un tambo con ordeño automático, los horarios se vuelven más flexibles y se asemejan mucho más a horarios de trabajo normales, permite el descanso de los trabajadores y se gana tiempo para dedicarle a otro tipo de tareas que son las que van a generar valor y traer resultados positivos.

Aparecen nuevas tareas, pasa a ser clave el trabajo en la computadora, viendo y analizando diferentes indicadores de performance que son claves, y que van a determinar cómo está trabajando el sistema”, aseguró Walter.

Este proyecto no se circunscribe al robot en términos unitario, sino que incorpora una serie de otras investigaciones asociadas sobre tecnologías agrícolas-forrajeras, gestión ambiental, bienestar animal, manejo sanitario, reproductivo y alimenticio, inocuidad, calidad de leche y mano de obra.

“Además de la dimensión productiva, la incorporación de innovaciones a los procesos del agro resulta valiosa para atraer la participación de los jóvenes al sector”, opìnó el agrónomo.

Un ejemplo de precisión

Con lotes de pastoreo bien delimitados, espacios de sombra e incluso corrales de espera que cuentan con ventilación y hasta un cepillo pendulante para acariciar a las vacas en el sentido máximo del bienestar animal, el robot espera a la voluntad de los animales para ingresar a un dispositivo que les demandará entre 7 y 7:30 minutos para cumplir con el proceso de ordeño.

Con raciones de comida ajustadas por animal, durante el proceso se puede controlar el nivel productivo de cada vaca, con gráficos, ecuaciones que ajusta un software que incluso informa el orden de extracción en cada ejemplar, sus valores históricos y la medición de la materia prima, entre otras variables.

Mediante una tarea llevada a cabo por dos operarios, los animales no tomaron más de una semana en acomodarse a esta nueva manera de ordeño, donde se obtienen unos 1.500 litros diarios de leche.

Además, se planifica la instalación de un segundo robot que permitirá duplicar el rodeo en esta explotación, donde ya los animales superan en promedio las 2,6 visitas diarias al robot, donde los picos de ordeño se dan en rangos como el de las 18 horas, las 23 y las 9 de la mañana, quizá por la influencia de la temperatura ambiente, así como por los momentos de pastoreo.

  • ¿Cuál es la capacidad actual del tambo experimental?
  • En la actualidad estamos por llegar a nuestra capacidad máxima de 65 vacas en ordeño, todas de la raza Holando Argentina, que la cooperadora del INTA Rafaela fue comprando a lo largo del desarrollo del proyecto.
  • Estamos muy conformes debido a que contamos con vacas de 65 litros y vaquillonas de 45 litros de leche diarios.
  • El promedio por vaca es de 34 litros, aunque sabemos que tenemos potencial para seguir creciendo y en ese camino estamos avanzando.
  • ¿Cómo se involucra el sector público con el privado para conseguir logros en investigación?
  • Sin dudas que esto se logra con mucha responsabilidad.
  • Nosotros trabajamos arduamente para armar este tambo con la participación de muchas empresas privadas que ofrecieron sus productos para que el costo del proyecto no sea tan importante para el INTA.
  • Desde los corrales, hasta los tanques y la media sombra fueron conseguidas gracias a la participación dell sector privado. Además del robot, claro está.
  • ¿Cómo funciona el robot instalado en la Experimental?
    Está compuesto por un brazo que posee una cámara de video, un sistema de procesamiento de imágenes para encontrar el pezón y un sistema láser para ubicarlos. Un robot tiene capacidad para hacer 150 ordeñes diarios, aproximadamente.
  • Todo el sistema está controlado por un software con la información de cada vaca.

Ese mismo software provee información acerca de la producción, reproducción, alimentación, salud y performance del tambo.

Más productividad

Para una empresa que se dedica a mejorar la oferta de equipos de ordeño, conseguir mejores resultados en lo económico, en el vínculo con los animales e incluso en la mejora de la calidad de vida de quienes trabajan en los tambos, es fundamental.

Respecto a ello, el especialista se encargó de presentar los aspectos fundamentales del robot que ya cambió la forma de entender la extracción de leche en la Experimental.
Para achicar la brecha tecnológica entre la agricultura y la lechería, este sistema ofrece el ordeño voluntario.

“En el mundo hay 20 mil tambos que tienen robots, con un total de 34 mil unidades de este tipo, con cinco millones de ordeños diarios y dos millones de vacas en 44 países”, son los primeros datos que llaman la atención ante esta innovación que funciona a la perfección para los sistemas pastoriles que están en crecimiento y son los que mejor reciben a este formato, a diferencia de cierto relegamiento de la cría estabulada.

“Los sistemas siguen evolucionando hasta poder ordeñar tres mil vacas, excediendo a los tambos pequeños o familiares”, es por eso que “el tambo robotizado puede ayudar a cumplir con la proyección de la necesidad de aumento de producción que la población a nivel global ya demanda y que crecerá hasta nueve billones de personas, de las cuales casi la mitad toma leche”, expuso Walter.

  • ¿Cómo se adaptan los animales a los robots?
    Es llamativo ver cómo se integran a la máquina de manera natural, pero con la seguridad de recibir una limpieza de la ubre previo a la colocación una a una de las cuatro pezoneras, que tienen registros individuales, e incluso aceptar el lavado de los corrales de antesala a la máquina, por inundación y con el empleo de la pendiente, optimizando el tiempo de higienización y utilización de agua para tal fin.

El costo en estudio

Esta tecnología se adopta por resultados, pero también por el bajo costo, siendo fundamental para responder a las necesidades de los productores, esto atiende desde el manejo de la mano de obra, hasta los planes de sucesión de las explotaciones.

El esfuerzo que en todo sentido requiere la actividad, es lo que va desgastando a la producción, en todas las generaciones y esta puede ser la alternativa fundamental para darle continuidad a la tarea del tambo, en todas sus dimensiones.

Hoy por hoy crecen los tambos robotizados pastoriles en Australia, Nueva Zelandia, Irlanda, Chile y Argentina. Con baja infraestructura y con la facilidad de poder mover estructuras, se puede aplicar en absoluto en tambos alquilados.

  • ¿Cuál es el tiempo de amortización de un sistema de este tipo?
    Seguramente el costo está determinado por la escala.
  • Si los tambos son más grandes, la amortización será más rápida. No obstante es un sistema al que estamos estudiando desde lo económico.
  • Aún no podemos dar a conocer cifras ni mucho menos.

Es un prototipo que investigamos en nuestra Experimental y pronto tendremos datos económicos significativos.

El tambo manejado con experiencia

En esta planificación mancomunada existen cinco grupos de trabajo en la Experimental: Calidad de leche; coordinado por Daniela Costamagna; Gestión ambiental, liderado por Carina García y Alimentación y nutrición, que está encabezado por Jorge Ghiano.

Además se destaca el manejo del rodeo general, donde se incluye la sanidad, que está a cargo de Emilio Walter.

Todos ellos, coordinados por el ingeniero agrónomo Miguel Taverna, quien se relaciona directamente con la vinculación estratégica del proyecto.

  • ¿El tambo se basa en un sistema pastoril tradicional?
    El sistema está compuesto por un 20% de pasto, ya que si pasamos ese porcentaje, dejamos de obtener los niveles de producción a los que apuntamos.
  • Además le sumamos 7 kilos de silo de maíz, 7 kilos promedio de balanceado, que son suministrados en función de litros, 1.5 kilos de semilla de algodón, 1.5 kilos de expeler de soja, 1.5 kilos de alfalfa y 1.5 kilos de expeler de girasol.
  • ¿El reciclado del agua hace a la sustentabilidad del sistema?
    Por supuesto. Venimos de un proceso donde contábamos con bombeadores que arrojaban más de 700 litros de agua por hora.
  • Luego aparecieron las bombas sumergibles, que terminaron por generar un problema por el mal uso del agua.
  • Por ello en este tambo, mediante el reciclado, queremos optimizar el uso del agua, mediante la recirculación de efluentes.
  • Este proyecto separa los residuos sólidos para utilizarlos como abono, y el agua para la limpieza del tambo, previo al almacenaje en tanques plásticos, donde también guardamos el agua de lluvia.

Lucas Mich