¿Qué es la Legionella o Enfermedad del Legionario?

Legionella

Según el Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias (NCIRD) las bacterias Legionella pueden causar un tipo grave de neumonía (infección de los pulmones) llamado Enfermedad del legionario. Estas bacterias, a su vez, pueden causar una enfermedad menos grave llamada fiebre de Pontiac.

Las bacterias Legionella se encuentran naturalmente en los ambientes de agua dulce, como lagos y arroyos, y pueden convertirse en una preocupación de salud cuando se multiplican y propagan en los sistemas de agua artificiales de los edificios.

¿Cuáles son los síntomas de la Legionella?

Los síntomas más comunes de la Legionella son muy similares a otros tipos de neumonía. Entre ellos se encuentran:

  • Tos
  • Dificultad para respirar
  • Fiebre
  • Dolores musculares
  • Dolores de cabeza
  • Diarrea
  • Náuseas
  • Confusión

Legionella

¿Cómo se contagia?

Después que las bacterias Legionella crecen y se multiplican en el sistema de agua de un edificio, el agua que las contiene puede dispersarse en forma de gotitas lo suficientemente pequeñas como para que las personas las inhalen.

Las personas pueden contraer la enfermedad del legionario o la fiebre de Pontiac cuando inhalan las gotitas que contienen las bacterias.

Otra forma menos común en que las personas pueden enfermarse es aspirando agua potable que contenga bacterias Legionella. Esto pasa cuando el agua entra accidentalmente a los pulmones al beber. Entre las personas con mayor riesgo de aspirarlas se encuentran las que tienen dificultades para tragar.

Por lo general, la enfermedad del legionario y la fiebre de Pontiac no se propagan de una persona a otra.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de contraer Legionella?

La mayoría de las personas sanas que se exponen a las bacterias Legionella no se enferman. Quienes tienen mayor riesgo de enfermarse son:

  • Las personas de 50 años o mayores.
  • Los fumadores o exfumadores.
  • Las personas con enfermedad pulmonar crónica (como enfermedad pulmonar obstructiva crónica o enfisema).
  • Las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado o toman medicamentos que lo debilitan (como después de un trasplante de órgano o por quimioterapia).
  • Las personas que tienen cáncer.
  • Las personas con enfermedades subyacentes (como diabetes, insuficiencia renal o insuficiencia hepática). (Fuente: Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias)

El ABC Rural