Si dejamos de lado su desagradable afición por posarse sobre excrementos o desechos en descomposición, las moscas son animales con un exagerado sentido de la limpieza. Y es que, en realidad, cuando una mosca se frota las patas delanteras lo que realmente está haciendo es limpiar escrupulosamente sus sensores olfativos.
En la mayoría de insectos, los sensores olfativos y del gusto se hallan cerca del aparato bucal, pero en las moscas y mariposas estos sensores se encuentran en las patas. Así pues, cuando estos insectos quieren probar un alimento solamente deben posar sus patas sobre él.
Tan solo existe un pequeño problema, y es que, si quedan restos de suciedad o de alimentos en las patas, los sensores no funcionan correctamente y el insecto no puede captar el olor de la substancia sobre la que se ha posado.
Extrapolando este pequeño problemilla al ser humano, sería como si las moscas tuvieran congestión nasal. La solución: frotar concienzudamente las patas delanteras para dejar los sensores olfativos impecablemente limpios y listos para la siguiente cata. (www.sabiasque.net)
El ABC Rural