Impacto de la sequía, otro obstáculo que frena las aspiraciones productivas

Un escenario que se repite en gran parte del país es la falta de precipitaciones y las altas temperaturas que estiman pérdidas de al menos el 10% de la cosecha de granos gruesos. Esto no es sólo un número. Son productores que por el impacto de la sequía pueden llegar a quebrar en un contexto de agobio impositivo y retenciones por las nubes. ¿Qué dicen los afectados sobre la situación?.

Impacto de la sequía
Fue durante una reunión llevada a cabo en Rosario. Se analizó la posibilidad de reforzar el financiamiento a la lechería, la ganadería porcina y avícola, y la agricultura.

El impacto de la sequía golpea y fuerte a los productores agropecuarios en las tradicionales regiones agrícolas del país. Las estimaciones productivas de las principales bolsas de cereales bajan diariamente. Además, las lluvias están lejos de llegar, por lo menos durante la segunda semana del año.

El ministro de Agricultura de la Nación, Julián Dominguez, reconoció que la situación “es critica” y hasta envió una señal a sus pares del Gobierno para que se amplíe el fondo de emergencia para asistir a los productores.

En 2021 las cuentas públicas tuvieron un respiro por el volumen de la cosecha y el aumento de precios, factores que -al parecer- jugarán en contra este año. Situación que complica las estimaciones fiscales y en especial el ingreso de dólares al país.

Lo cierto es que muchos maíces de primera van rumbo a su final de ciclo con importantes pérdidas en los rendimientos, y si en las próximas horas no llueve, la situación agravará el contexto en los cereales más tardíos. Similar situación sufre la soja, aunque de generarse las precipitaciones pronosticadas para la próxima semana podrían recuperar parte de su potencial.

“De esto no se habla, es grave”

En tiempos donde el ingreso de dólares al país es casi una hazaña, las malas perspectivas climáticas permiten avizorar un panorama desolador. Si bien preocupa mucho al Gobierno -por la merma de recaudación- es el productor agropecuario el que recibirá el impacto que, incluso, amenaza su continuidad en el sistema.

A la falta de lluvia y las altas temperaturas llegaron en un momento delicado para los productores por la suba en los precios de los insumos. “Se sembró con un nivel de costos altísimos, los agroquímicos subieron entre un 150 y 190%; en los fertilizantes por ejemplo la urea subió en dólares un 130%”, dicen los productores.

“Esta situación nos golpea de todos lados. Hay productores que no van a cubrir los costos de producción y eso es muy triste”, explicó a El ABC Rural, el productor de Armstrong, Santa Fe, Ivan Castellaro.

Además dijo que de lo poco que el productor va a cosecha -si cosecha algo- el porcentaje mayor se lo lleva el Gobierno a pesar del mal momento. “Es un delirio que el Gobierno se lleve el 70% de la producción en esta campaña. Es imperdonable”, aseguró disgustado el productor.

En ese sentido, recordó que desde el Estado se habla muy poco de la sequía, de las pérdidas económicas millonarias que el sector va a tener este año. “Es indefendible que el Gobierno no hable de estas cosas. Solo está deseoso de recaudar y nada más”, confesó con tristeza.

Entre Ríos prevé caída del 60%

El litoral argentino es una de las zonas más comprometidas en la presente campaña. La situación de sequía está instalada en Entre Ríos y las consecuencias están a simple vista, tanto para los cultivos de maíz como de soja. Ya se estima una caída de alrededor del 60% de acopio en cooperativas entrerrianas y los productores están “desesperados”.

“La sequía impacta muy fuerte. Esto es muy serio a nivel productivo, debido a que la implantación de los cultivos, como el maíz, soja y sorgo, se hicieron con un alto costo en los insumos. Fundamentalmente en los fertilizantes que tuvieron un incremento más que significativo en dólares”, reconoció el productor entrerriano Federico Solari.

Solari es oriundo de la región de Paraná y cuenta que esta sequía no solo afecta a la agricultura, sino que también a la ganadería. Esta situación afecta al tambo, a la invernada y a la hacienda de cría. Los montes están secos, el crecimiento de las praderas es casi nulo, tampoco hay una disponibilidad de pasturas y menos aún de poder hacer reservas”, describió.

“En este momento, tanto a nivel nacional como a nivel provincial hay un gran silencio, lo que queremos primero es concientizar sobre la gravedad que está atravesando el sector y, por otro lado, conocer las iniciativas y propuestas que tienen mente para disminuir los efectos negativos”

Por último destacó que como productores “nos encontramos en una situación en la provincia que ya supimos vivir desgraciadamente” en la campaña 2008/09.

Una caída con mucho ruido

Es inevitable. Las mermas en los rendimientos de los cultivos de verano ya se siente en todo el país. Es más, la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) difundió un comunicado en el que destaca que la producción de maíz caería unas 8 millones de toneladas. En tanto, la de soja perdería unos 5 millones de toneladas.

Según se desprende del informe, de los 56 millones de toneladas de maíz que se proyectaban con un escenario normal hace un mes, el clima ajustó la primera estimación maicera a 48 millones, un 14% menos. También caen las posibilidades productivas de la soja: de 45 millones de toneladas el mes pasado, ahora se proyectan 40 millones.

“Las condiciones de desecamiento y estrés termo-hídrico han sido tan graves en los últimos 30 días, que se descarta también la posibilidad de un escenario de normalidad y rindes promedios. Esto arrojaría un horizonte productivo de 45 millones de toneladas y se trabaja ahora con una proyección de 40 millones”, advirtió la entidad rosarina.

“El productor va a perder plata”

Rodrigo Nider es productor agropecuario de Salto, Buenos Aires y presidente de la filial local de Federación Agraria Argentina. Reconoce que la ganadería no tiene reservas por la falta de lluvias (y no es un tema que se soluciona de un día para otro), y los productores que sembraron maíz en campos alquilados “van a perder plata”.

“La semana que vienen será crucial para el futuro de los productores. Si las lluvias pronosticadas llegan, la situación puede mejorar. De todos modos, las mermas en los rindes ya están determinadas. Habrá que evaluar los porcentajes”, indicó a nuestro medio.

En relación a las sojas de primera en la zona de Salto, el productor indicó que “están afectadas” pero todavía pueden recuperarse en el caso que llueva en los próximos siete días.

Como dato de color, el titular de la FAA filial Salto, dijo que en su campo de Arroyo Dulce, Buenos Aires el déficit de lluvia es notorio. “Hay una merca de precipitaciones en promedio de los últimos 12 meses que llega a los 420 milímetros”, dijo. En cambio, si se toman los últimos 24 meses, “ese promedio asciende a 600 milímetros de agua que están faltando”, enumeró.

El ABC Rural