La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por finalizada la recolección de girasol en todo el país y según sus datos, fue el único cultivo que, a lo largo del ciclo, no perdió rendimiento en las estimaciones, a diferencia del maíz y la soja.
La oleaginosa había iniciado bien la campaña, y a pesar de la ola de calor extremo y la severa falta lluvias durante el verano, se mantuvo estable.
Según el informe de la Bolsa de Cereales porteña, el volumen total producido en el país alcanzó los 3,3 millones de toneladas, respetándose lo pronosticado y sin pérdidas de rendimiento, y sobre 1,6 millones de hectáreas.
En cuanto al rinde promedio nacional, quedó establecido en 20,7 quintales por hectárea, apenas por debajo al promedio del ciclo previo y al de las últimas cinco campañas.
“Cabe destacar -sostiene la Bolsa- que, pese al régimen de lluvias de año Niña, en las zonas del centro-norte del área agrícola se alcanzaron rindes significativamente superiores a los del ciclo previo y a los de las últimas cinco temporadas.
“Sin embargo, sobre el extremo opuesto, en todas las regiones del sur del área agrícola, los rendimientos alcanzados terminaron por debajo del ciclo previo y del promedio de las últimas cinco campañas”.
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