Tambo La Anita, en Carhué: recuperación lechera bajo arrendamiento

Un tradicional establecimiento del sudoeste bonaerense fue recuperado recientemente por una familia de asesores privados, que lograron el sueño del tambo propio arrendándolo, para producir bajo un sistema pastoril intensificado.

tambo la anita
En medio de la pandemia de Covid-19, tambo La Anita , En Carhué, continuó funcionando gracias al arrendamiento que hicieron los ingenieros agrónomos y asesores privados Ignacio y Gustavo Poudes, oriundos de Carlos Casares, Buenos Aires.

“Lo que no se mide no se puede evaluar”, es el concepto básico del pequeño y familiar tambo La Anita, que desarrolla la producción lechera bajo un sistema pastoril intensificado, al sur del partido de Carhué, en el sudoeste bonaerense.

Se trata de un tradicional establecimiento de la zona que fue recuperado recientemente en medio de la pandemia por Covid-19, gracias al arrendamiento de los ingenieros agrónomos y asesores privados Ignacio y Gustavo Poudes, oriundos de Carlos Casares, Buenos Aires.

Luego de desempeñarse en el área comercial de una empresa, Ignacio decidió emprender, junto a su padre Gustavo, el camino del asesoramiento privado en producción de carne, leche y agricultura.

Pero complementariamente, siempre se proyectó y preparó junto a él para cumplir en familia el sueño del tambo propio, y poder mostrar los resultados de todo lo bueno que les inculcan a sus clientes, en una especie de tambo demostrativo. Y el año pasado lo lograron.

Para conocer las características del pequeño y familiar tambo La Anita que comenzó a funcionar el 1º de noviembre de 2020, El ABC Rural dialogó con el joven profesional y emprendedor de la actividad lechera.

Tambo La Anita
Padre e hijo siempre se proyectaron y prepararon para cumplir en familia el sueño del tambo propio, y poder mostrar los resultados de todo lo bueno que les inculcan a sus clientes, en una especie de tambo demostrativo. Y el año pasado lo lograron.

El sueño logrado del tambo propio

“Alquilamos el tambo La Anita que se estaba por cerrar en Carhué; tenía unos 60 años de producción familiar, pero la nueva generación decidió apartarse de la actividad, por lo que la superficie total de 217 hectáreas de tierra, los 90 animales y la maquinaria se encuentran todo bajo arrendamiento con contrato por cinco años”, indicó Ignacio.

“Hoy somos una empresa tambera familiar; Gustavo es la “cabeza” del equipo, quien soñó y logró hacer realidad este emprendimiento, ya que cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector lechero, y el apoyo incondicional de la familia”, apuntó.

En ese sentido, el entrevistado, afirmó que “a través del arrendamiento del tambo pudimos lograr cumplir con el sueño del tambo propio, y aprovechar la oportunidad productiva y comercial que ofrece la actividad, que bien manejada y con mucha pasión, permite obtener una buena rentabilidad”.

Tambo La Anita
Los animales son muy importantes para el tambo La Anita, y se los considera como parte fundamental del equipo de trabajo. Hoy cuenta con 90 ejemplares Holando Argentino, de los cuales entre 70 y 80 se encuentran en producción, bajo un sistema pastoril intensificado con fuerte foco en la calidad.

Ratificar sus conocimientos técnicos y administrativos 

Asimismo, Ignacio destacó que luego de muchos años viendo los resultados positivos de sus clientes en sistemas de producción de leche, este sueño logrado del tambo propio, ahora les permite ratificar los conocimientos técnicos y administrativos adquiridos.

“Nos involucramos completamente en la producción primaria, continuando con el aprendizaje y pudiendo hacer extensión de nuestro trabajo dentro de La Anita, como una especie de tambo demostrativo”, señaló el joven profesional.

“Por eso estamos a disposición para que nos consulten y visiten todos aquellos actores interesados en la mejora continua hacia sistemas de producción lechera eficientes, resilientes y sustentables”, subrayó.

Tambo La Anita
Luego de más de 30 años de caminar los campos y experiencia en el sector lechero, Gustavo Poudes hoy es la “cabeza” del equipo del tambo La Anita, quien soñó y logró hacer realidad este emprendimiento, con el apoyo incondicional de la familia.

Gran desafío en una zona productiva diferente

Pero lógicamente, como todo nuevo emprendimiento, comenzó como un gran desafío para los Poudes, y más aún en una zona productiva como la de Carhué, muy diferente a la de Carlos Casares.

“Es un ambiente muy particular por el régimen pluviométrico, ya que llueven 600 mm en promedio por año, con un verano que suele ser muy seco, por lo que la agricultura en general es más bien invernal”, describió Ignacio.

“Además contamos con suelos con capacidad de uso III, caracterizado por la presencia de tosca a 70 centímetros de la superficie”, agregó.

De todas maneras, el entrevistado, graficó que “estamos cerca de Puán y una pequeña pero interesante cuenca lechera, más desarrollada para el lado de la zona de Rivera, en el límite con La Pampa, entregando nuestra producción a una planta láctea de Trenque Lauquen”.

tt
El Tambo La Anita desarrolla su producción lechera en un ambiente muy particular, donde llueven 600 mm en promedio por año, con un verano que suele ser muy seco, por lo que la agricultura en general es más bien invernal.

zz

Sistema pastoril intensificado con fuerte foco en calidad

A nivel de manejo productivo, el joven profesional dijo que el tambo cuenta con 90 ejemplares Holando Argentino, de los cuales entre 70 y 80 se encuentran en producción, bajo un sistema pastoril intensificado con un fuerte foco en la calidad.

“Tenemos un fuerte enfoque en los sistemas pastoriles, haciendo hincapié en la producción de forraje en cantidad y calidad para pastoreo directo, diagramando sistemas simples, productivos y repetibles”, remarcó.

“Los análisis de suelo realizados hasta el momento arrojaron valores moderados de fósforo y muy bajos para nitrógeno, por lo que el uso de fertilizantes es la clave para producir forraje en cantidad y calidad”, informó.

ss
El establecimiento tiene un fuerte enfoque en los sistemas pastoriles.

Duplicaron la producción con adecuado manejo forrajero

Según manifestó Ignacio, el tambo La Anita cuenta con una antigua y modesta sala de ordeñe con solo seis bajadas, realizando dos ordeñes diarios, por lo que la idea a futuro es ir modernizando las instalaciones.

“Hoy estamos en el mejor momento desde que comenzamos (noviembre de 2020), ya que logramos de 22 a 23 litros de leche por vaca por día, sumando la guachera, unos 1.700 litros diarios, cuando esos mismos animales estaban en 12 a 13 litros, por lo que duplicamos la producción”, destacó.

En ese sentido, como dice el dicho, “esto no fue magia”, sino que ese resultado dijo el entrevistado que se logró en base a un adecuado manejo de la producción del recurso forrajero.

“Más allá que nos costó durante el verano porque fue muy seco, planificamos muy bien los verdeos de invierno, e incluso realizamos silos de sorgo como reserva que todavía no se utilizaron”, afirmó.

ss
La sala de ordeñe es antigua y modesta con sólo seis bajadas, realizando dos ordeñes diarios, por lo que la idea a futuro es ir modernizando las instalaciones.
ll
Hoy están en el mejor momento porque duplicaron la producción, ya que obtienen de 22 a 23 litros de leche por vaca por día, sumando la guachera, unos 1.700 litros diarios, cuando estos mismos animales estaban en 12 a 13 litros.

Buen manejo financiero: todo se realizó sin dinero adicional

El joven profesional aseguró a El ABC Rural que en el Tambo La Anita, además del forrajero, también se logró un buen manejo financiero.

“Todo se realizó sin dinero adicional, algo muy importante para poder maximizar la rentabilidad del tambo, porque desde que comenzamos a trabajar en noviembre, con todos los gastos de inversión que tuvimos, todavía no tuvimos ningún retiro económico”, explicó.

“Por eso continuamos invirtiendo y apostando a un futuro productivo y económicamente sustentable para el establecimiento, que nos permita, lógicamente, comenzar a obtener la rentabilidad adecuada”, agregó.

En definitiva, Ignacio, resumió que “queremos aportar nuestros conocimientos técnicos a una zona que en producción forrajera viene retrasada respecto a otras en utilización de insumos y procesos”.

El ABC Rural