La “lluvia sólida” es un polvo granular a base de potasio, degradable, no soluble y no tóxico que, al entrar en contacto con el agua, se expande y es capaz de adsorber hasta 400 veces su peso en agua, dependiendo del tipo de suelo, calidad del agua, clima y planta. Se coloca en la raíz y la mantiene hidratada sin necesidad de riego o lluvia.
Puede usarse para cualquier tipo de plantas, cultivos, árboles, jardines, macetas, hidropónicos, vegetales, etc. Las plantas tomarán la humedad de acuerdo a sus necesidades, asegurando un crecimiento estable y saludable, reduciendo las frecuencias de riego y aprovechando y optimizando el agua de lluvia.
Este producto brinda respuesta a la problemática del rendimiento de riego en las zonas áridas, permitiendo así simplificar la labor agrícola.
¿Cómo se usa la lluvia sólida?
En relación a su funcionamiento, el agua queda en un estado de solidificación para que las plantas permanezcan hidratadas. Para que esto sea posible, se mezcla polímero, un producto similar al azúcar, con agua. Esta sustancia absorbe las moléculas de agua en forma de gel y esto se aplica a la tierra. De esta manera, la misma se adhiere a las raíces de las plantas y permite que estas se mantengan hidratadas.
Asimismo, la lluvia sólida retiene la humedad hasta por 40 días, pasado ese tiempo se convierte en polvo hasta que vuelva a entrar en contacto con el agua. Su vida útil permite que este ciclo se repita hasta por 10 años.
Por su parte, las plantas toman la humedad de acuerdo a sus necesidades, asegurando un crecimiento estable y saludable, reduciendo las frecuencias de riego, aprovechando y optimizando el agua de lluvia, además de permitir la rehidratación.
En tanto, los beneficios notables son: el fortalecimiento de las siembras en zonas de baja precipitación; el uso de lluvia sólida como método de almacenamiento en lugares de difícil acceso y la optimización de los procesos de plantación, riego y cosecha para la conservación. (Fuente: lluviasolida.com.mx)
El ABC Rural