Maria Soledad Aramendi propone un cambio radical en la dirigencia agropecuaria. Luego de ser proclamada como la primera mujer presidenta de la Sociedad Rural de Rosario en 2021, decidió abrir la entidad y convocar a la participación de todos los productores.
Días atrás, el Concejo Municipal de Rosario, la distinguió con un diploma de honor por ser la primera mujer en 126 años en liderar la entidad de productores. “Es un reconocimiento que va más allá de mi persona. Lo siento como una distinción al esfuerzo que hace el sector rural”, explicó en diálogo con El ABC Rural.
-¿Cómo tomaste el reconocimiento que te entregó el Concejo Municipal de Rosario?
-Es un apoyo y un acompañamiento a la comunidad rural. No lo tomo como algo personal, a pesar que lo agradezco infinitamente. Son distinciones que nos dan fuerzas para seguir adelante en esta lucha. Más aún en tiempos hostiles como los que estamos viviendo los productores de muchas regiones argentinas.
-Cuando hablás de tiempos hostiles ¿te referís a la grave situación climática que atraviesa el campo?
-Por supuesto, pero también a otras cuestiones. En lo económico y político estamos viviendo situaciones lamentables. Y los productores, y en mayor medida quienes ostentamos cargos directivos, tenemos que enfrentarnos a estas situaciones, siempre defendiendo al hombre de campo.
Una gestión que involucra tiempo
A mediados de 2021, María Soledad Aramendi tuvo que dejar la tranquilidad de su campo de Villa Cañás, Santa Fe, e irse a vivir a la ciudad de Rosario, a unos 200 kilómetros, para ejercer la presidencia de “La Rural” rosarina.
No obstante, su vida transcurre entre las dos ciudades que la ven con fortaleza para encarar todos sus desafíos. “Debemos comprometernos en la actividad gremial. El campo tiene que tener representación política y dirigencial si queremos cambiar las cosas”, dice convencida.
-¿Qué te deja de enseñanza tu primera gestión al frente de la Sociedad Rural de Rosario?
-En principio fue muy positivo. Tuvimos una gran apertura a la región como institución representativa de los productores, trabajando no solo con nuestros socios. También con profesionales, organismos, empresas y entidades. Crear vínculos fue uno de los objetivos que marcamos a comienzo de gestión y lo estamos logrando poco a poco.
-Mejorar la comunicación en el sector fue otras de tus metas. ¿están en pleno proceso?
–Indudablemente. Es un compromiso que tenemos que asumir todos los actores del agro. En estos tiempos, mucha comunicación, y hasta incluso la educación, está tergiversada. Por ese motivo debemos trabajar ampliamente y vincular conocimientos de manera abierta y con adaptación a los cambios que se vienen.
-¿La sequía es el principal escollo productivo que tiene el ruralista en la actualidad?
-Es una situación grave que va a seguir. Más allá que el fenómeno La Niña comience a ser Neutro, para el campo va a continuar siendo un problema. La campaña gruesa se genera con una seca preocupante. Por esta situación, como dirigentes, debemos enfocarnos en incidir para que se hagan los cambios necesarios que impliquen beneficios para nuestros productores. Es imprescindible que el Gobierno tome medidas urgentes para que muchos agricultores que perdieron todo, puedan volver a levantar cabeza; en eso estamos y ojalá esos cambios que pretendemos lleguen a tiempo.
Promesas y expectativas
Las constantes reuniones institucionales con funcionarios del Gobierno son la diaria de la dirigente. Su actitud proactiva y luchadora genera reconocimiento en los productores y, por qué no, incomodidad en los actores políticos ante quienes no se calla en nada.
-Las perspectivas de cumplimiento de promesas por parte del Gobierno siempre es un tema ¿Qué se pide en estos casos a las autoridades?.
-En los últimos días de 2022 hubo una importante reunión con funcionarios nacionales y provinciales, donde reconocieron la situación, pero debemos ver para creer. Los pedidos son variados, muchos de ellos dependiendo de la zona. Generalmente solicitamos al gobierno la eliminación y devolución de los anticipo de ganancias y créditos a tasa cero. Creemos que se necesita invertir en capital de trabajo, ya que se está perdiendo la inversión en el campo y eso es muy preocupante.
-El productor va a jugar sus últimas fichas a la cosecha gruesa. ¿Cómo lo observás?
-Sin dudas que la cosecha gruesa determina gran parte de la rentabilidad del agro. Hay zonas más complicadas que otra. En particular, la región agrícola núcleo en esta parte del año es la más afectada. Esperemos que el clima acompañe de alguna manera a los cultivos estivales. Una merma en los rendimientos de la gruesa no solo afecta al campo, sino también a la cadena económica donde se derrama la actividad agropecuaria. Desde el kiosco y el almacén del pueblo hasta las gomerías, sufren las consecuencias. Ni hablar de los transportistas de granos y los propios trabajadores rurales.
“Necesitamos generar conciencia”
Para la presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, las situaciones climáticas extremas ocurren y no son atípicas. “Hay excesos hídricos o sequías que nos provoca pérdidas notables de producción, con lo cual las políticas del Gobierno deben enfrentar o mitigar esos fenómenos”, puntualizó.
En ese sentido, indicó que en países desarrollados, “existen seguros multirriesgos que resguardan de alguna manera el trabajo del agro”. Además habló de la modificación de la Ley de Emergencia Provincial en Santa Fe con la cual se está trabajando en la actualidad.
“En el proyecto de Ley no solo tenemos que incorporar al propietario de la tierra, sino también al que la arrienda. Pero además debemos incorporar los seguros multirriesgos tangibles con variables reales para ser implementados”, explicó.
-¿Bajar los impuestos al agro está en la agenda de los dirigentes en las reuniones con el Gobierno?
–Siempre está en nuestra agenda porque es una necesidad. Creemos que están dadas todas las condiciones para una baja de retenciones. Ni hablar de los anticipos de ganancias y los impuestos provinciales que son duros. Y a pesar de los altos impuestos, observamos que no hay infraestructura necesaria y eso nos preocupa.
El ABC Rural