El Sistema de Información de Bolsa de Cereales de esa provincia (Siber) sostuvo que el escenario que afronta la siembra de sorgo es complejo. La trama se hizo más compleja aún debido a la sequía que se instaló desde mediados de noviembre y que imposibilitó el normal desarrollo de las labores de implantación.
Panorama actual
El informe sostiene que, hasta la actualidad, se concretó la siembra del 70 % de la intención original. Los primeros lotes sembrados se ubican en la etapa de macollaje con una buena condición del cultivo.
El déficit hídrico ha generado un atraso de la fecha en la siembra de soja y maíz de fechas tardías, por lo tanto, se generó un cuello de botella donde en muchos casos el productor optará por continuar con la siembra de los otros cultivos versus el sorgo. En consecuencia, en este contexto, es lógico pensar que el área destinada finalmente a ese cereal experimente una caída mayor a la inicial.
Maíz de segunda y tardío
Por otro lado, el Siber sostuvo que las primeras proyecciones indican que el área destinada a la siembra del maíz de segunda y tardío en el ciclo 2022/23 se posicionaría alrededor de 70.000 ha. El reporte recuerda que, en el ciclo 2021/22 la superficie fue de 47.800 ha. Se proyecta una expansión del 46 % (22.200 ha).
El informe indica que los colaboradores reportan que, los productores tomaron la decisión de optar siembras en fechas tardías para amortiguar el impacto de «La Niña», ya que los modelos indicaban una alta probabilidad de déficit hídrico para el mes de diciembre (momento donde ocurre la floración de los maíces de primera).
Según el Siber, al día de la fecha, se estima que se ha concretado el 23 % de la intención planificada y en algunos casos, se han sembrado lotes «en seco», es decir, sin humedad en la cama de siembra, a la espera de precipitaciones.
El ABC Rural