Se realizó del 21 al 23 de agosto, en la ciudad de Corrientes, el Encuentro Regional Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía y 4º Taller de Capacitación para ciudades, en el marco del GCOM-LAC, del que participaron intendentes de Argentina y países limítrofes.
En el encuentro, ocho municipalidades fueron reconocidas por las acciones que desarrollan para atemperar los efectos negativos del cambio climático en sus respectivos pueblos. Se trata de los municipios de Camilo Aldao y Monte Buey (Córdoba), Godoy Cruz (Mendoza), Caseros, Venado Tuerto y Arteaga (Santa Fe), Chacabuco y San Antonio de Areco (Buenos Aires).
El marco de esta iniciativa es el compromiso que Argentina firmó en 2016 de reducir un 37 por ciento de sus emisiones de CO2 hasta el año 2030.
Ya son 123 ciudades argentinas las que se encuentran trabajando intensamente por limitar los efectos del cambio climático, hecho por el que decidieron adherirse al Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía, iniciativa global que forma parte del Programa Internacional de Cooperación Urbana para América Latina y el Caribe (IUC-LAC), de la Unión Europea.
En el marco de ese Pacto, más de 100 representantes de gobiernos locales, regionales y nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay formaron parte del cuarto taller de capacitación para ciudades firmantes que imparte la Unión Europea.
Las jornadas tuvieron como objetivo el intercambio de experiencia y la capacitación de ciudades en el diseño de su Plan de Acción Climático y de Energía Sostenible, documento que describe las actuaciones de las urbes en materia de mitigación y adaptación climática.
En el encuentro de Corrientes se expusieron y compartieron las experiencias de cada localidad en la concepción del Plan de Acción Climático y de Energía Sostenible con el propósito de lograr un hábitat más sustentable.
Lo que hicieron las ciudades pioneras en esta materia, fue darse a la tarea de realizar un inventario de su emisión de gases de efecto invernadero (GEI), analizar las amenazas de riesgo climático vigentes en su medio, y diseñar desde ese diagnóstico el referido Plan de Acción Climático y de Energía Sostenible, como política de estado local cuyos avances serán monitoreados cada dos años.
