Dentro de las estrategias para enfrentar a las malezas resistentes, las Aplicaciones Dirigidas (AD) son herramientas de creciente adopción en la Argentina. El productor y contratista, ingeniero agrónomo Santiago Teruggi, abordó este tema en el 30° Congreso de Aapresid, poniendo el foco en la disminución de costos de aplicación y la reducción del impacto ambiental.
Según Teruggi, “con el problema de la creciente resistencia de malezas a los herbicidas, las aplicaciones dirigidas surgen como una posibilidad que nos brinda la tecnología moderna para pulverizar sólo donde hay malezas”.
Cómo funciona la tecnología Weed It
La experiencia de Teruggi se basa en el uso de la tecnología Weed It que consiste en el denominado Precision Spraying.
Esa tecnología funciona con un sensor activo que emite luces azules hacia el suelo y las plantas mediante un lector de alta potencia que aísla la banda espectral a la que responde solo la clorofila, es decir, la vegetación viva.
La eficiencia de ello radica en que escanea todo el terreno pero solo reacciona ante la clorofila y no simplemente al color verde. Una vez que detecta la maleza, el sensor procesa la información y los inyectores aplican el herbicida a cada una de esas plantas por separado.
Lo fundamental es que se logra controlar cualquier tipo de maleza, incluso las más pequeñas y a una velocidad de hasta 25 km/hora.
Objetivos
En el trabajo desarrollado por Teruggi, se procuró alcanzar los siguientes puntos:
- Controlar malezas.
- Reducir costos.
- Reducir el impacto ambiental.
- Disminuir la manipulación de agroquímicos por parte del personal.
- Alcanzar la sustentabilidad productiva.
“Arrancamos contratando un prestador de servicios que ofrecía Weed It y trabajamos 590 hectáreas con aplicación dirigida”, detalla Teruggi.
“En esta primera experiencia se logró un 65% de ahorro, muy buenos controles y conocimiento de la tecnología por parte del equipo de trabajo”, destaca sobre sus primeros pasos.
Tras ese éxito decidió la compra del equipo y lo destacable para entender su uso fue acceder a las capacitaciones que ofrecía la empresa proveedora Geosistemas, todo acompañado por el asesoramiento de Agroestudio Viento Sur.
Cuatro claves
Hay cuatro conceptos claves para manejar el equipo de pulverizaciones selectivas:
- La sensibilidad con la que se quiere a hacer la lectura de la maleza, que es medible en una escala de 1 a 7.
- El margen de seguridad con el que se quiere trabajar.
- La dosis y calidad de aplicación que se definen regulando la apertura de las válvulas, la presión y el caudal.
- Conocer los modos de uso que tiene el equipo.
“En general usamos modo selectivo que aplica cuando detecta una maleza, y el otro es el manejo dual que brinda la posibilidad de aplicar dos dosis diferenciadas de un mismo producto (o mezcla) a las malezas desarrolladas y los nacimientos”, puntualiza Teruggi.
Respecto a las regulaciones, Weed It ofrece una que se llama “prueba de lona”, que es básicamente una lona que centra las malezas a lo largo de la misma, se regula con sensibilidad 2 (tamaño de maleza chico) y se hace una pasada.
También trae tarjetas hidrosensibles que se usan para chequear el tamaño de gota y la aplicación efectiva. Esto les sirvió para controlar algunos problemas detectados.
Resultados económicos
Los resultados económicos luego de un año de uso fueron más que satisfactorios. Lograron en promedio un 68% de ahorro, y sumado a la prestación de servicios, el repago del equipo se redujo a la mitad de lo planificado.
Para cerrar, Santiago detalla las ventajas logradas con las aplicaciones dirigidas:
– Mejores controles para un tamaño óptimo de malezas.
– Menores costos en barbecho.
– Mayor cantidad de modos de acción para lo que es resistencia de malezas.
– Bajar el EIQ, un índice de impacto ambiental.
El ABC Rural
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