El kirchnerismo vuelve al ataque con la idea de controlar el comercio de granos. El pasado 10 de marzo, la senadora de Río Negro, Silvina García Larraburu, del Frente de Todos, presentó un proyecto para crear una nueva Junta Nacional de Granos, que intervenga en el comercio de granos y subproductos.
La iniciativa en realidad, fue “re presentada” por la legisladora antes de que perdiera estado parlamentario, porque ese proyecto ya fue presentado en 2014, 2016 y 2018, con escasas repercusión entre los legisladores.
Como era de imaginar, la difusión del proyecto hizo saltar la alarma entre los empresarios agropecuarios, que se oponen la vuelta de ese organismo creado en 1933 por el gobierno conservador de Agustín P. Justo para defender el precio de los productores primarios, y que funcionó hasta 1991, cuando la liquidó la administración peronista de Carlos Menem.
Alcances de la iniciativa
El proyecto de García Larraburu propone crear la Junta Nacional de Granos como ente autárquico con vinculación con el Ministerio de Agricultura de la Nación con el fin de “controlar el comercio de cereales, oleaginosas y sus subproductos”, garantizar la provisión interna de cereales, oleaginosas y sus subproductos y “tomar medidas activas con el fin de evitar los monocultivos”.

La iniciativa promueve el control de todas las instituciones o entidades que intervengan directa o indirectamente en el comercio interno o externo de granos y sus subproductos.
También fiscalizar el pesaje de los granos en el acto de la entrega o recepción, en cualquier etapa de su comercialización, manipulación o transporte, y autorizar la carga o el embarque de granos y sus subproductos, que se exporten.
Política de precios mínimos
El proyecto también reserva para la Junta Nacional de Granos proponer al Poder Ejecutivo los precios mínimos a fijar para los distintos granos y las normas de aplicación.
El organismo estaría conducido por nueve personas designadas por el Poder Ejecutivo con un presidente propuesto por el Ministerio de Agricultura. El proyecto prevé crear un fondo con las operaciones de la Junta.
Además, dice que “en la comercialización de los granos y sus subproductos, en que deba intervenir la Junta, actuará como comerciante, contratando directamente y de acuerdo a las reglamentaciones de compra y de venta que la misma establezca”.
También detalla el proyecto que “toda persona, física o jurídica, para actuar en el comercio interno o externo de granos del país, deberá inscribirse en un registro que llevará la Junta Nacional de Granos”.
Sin este requisito, no podrá realizar transacciones, incluso en las bolsas y mercados, no podrán las autoridades aduaneras expedir a los exportadores el permiso de embarque correspondiente.
Voces en contra del proyecto
El senador nacional por Entre Ríos por Juntos por el Cambio y opositor a la iniciativa, Alfredo de Angeli, dijo sobre el proyecto presentado que “la Junta es una herramienta diseñada en la década del 30, en otro contexto internacional de precios y también productivo”.
“En este momento -dijo el legislador entrerriano- hay una política nefasta que, en lugar de defender el precio del productor, hay retenciones que fijan un techo a los valores de la producción.
“Si el Frente de Todos cree que una Junta Nacional de Granos sirve para defender al consumidor está equivocado, el productor nunca fue quien definió el valor al consumidor. Deberían saberlo.
Y agregó: “Con esto no solo que no van a resolver el tema de precios del consumidor, también van a desalentar a muchos productores cuando Argentina más los necesita”.
Opinan ex ministros
Por su parte, el ex ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, también se sumó a las críticas a la propuesta de la senadora del Frente de Todos.
Desde su cuenta de Twitter, dijo: “Duplicaron las retenciones, desdoblaron tipo de cambio, se resisten a firmar tratados de comercio, y ahora un proyecto de Junta de Granos. Todo lleva a la decadencia y la generación de pobreza”.
Duplicaron las retenciones, desdoblaron tipo de cambio, se resisten a firmar tratados de comercio, y ahora proyecto de Junta de Granos. Todo lleva a la decadencia y la generación de pobreza. https://t.co/dds0vQ3qtK
— Luis Etchevehere (@lmetchevehere) May 7, 2020
A su vez, el también ex ministro del área, Ricardo Buryaile, dijo en su cuenta de Twitter que “el proyecto demuestra el desconocimiento total del mercado de granos. Estas ideas atrasan 50 años cuando el comercio era entre países. Hoy es entre filiales. Solo traerá + costos para el estado, menos precios al productor, menos inversión y +corrupción”.
Para los dirigentes, una idea antigua
El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, dijo que esa iniciativa “frena un muy buen comienzo de la temporada fina”, en relación al inicio de la siembra de trigo.
“Es una cosa antigua, fuera de contexto, nada tiene que ver con la situación que estamos viviendo. Este tipo de cosas no sirven para nada”, remarcó.
A su vez Matías de Velazco, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), pegó fuerte contra García Larraburu: “La senadora debería darle cuerda a su reloj ya que atrasa”.
Basterra tomó distancia
Sobre el particular, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, se distanció públicamente del proyecto que recrea una Junta Nacional de Granos. “No está dentro de las instituciones que pensamos impulsar”, afirmó sobre el particular.

Dijo desconocer el detalle de la iniciativa y que no se encuentra dentro de las prioridades de su cartera la creación de un organismo de esas características.
Bueno, una buena noticia en medio de la difícil hora presente.
El ministro del área es de los funcionarios que no funcionan, con un presidente que le agradece a su nuevo “Mejor equipo de los últimos 50 años”.
Es ecelente la idea reflotar la junta y protejer a pequeño y mediano productor terminando con ños oligopolios de los poolñ de siembra donde los menoa se llevan el grueso de la ganancia en perjuicio del verdadero hombre de campo y productor es una forma de terminar con los vampiros de cosecha los mismos que terminaron con la raza de campecinos en la decada del 90 OBLIGANDOLOS a vender los campos que sus padres y abieloa forjaron con trabajo y esfuerzo todo vuelve en esta vida por la nueva juna de granos y una rrforma agraria e impositiva como la queria PERÓN en el 55 y wue fue la verdadera causa de su destitucion VIVA ARGENTINA
N
si Echevere y DeAngeli se oponen… el proyecto debe ser bueno. Mas alla de eso, es necesario el control del Estado y la defensa de los productores desde el Gobierno.
Si todos estos se oponen es evidente que va contra sus intereses. Hay que regular la producción y venta para terminar con la evasión y la especulación.
Coincido en un todo con lo expresado por el señor Jorge Caliani, si esos dos “señores” se oponen al proyecto, es porque debe ser bueno para la Argentina y los argentinos.