El paro dispuesto por tres de las cuatro entidades que integran la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) –Coninagro no participó de la medida- disponiendo el cese de comercialización de granos durante 72 horas, sumado a las asambleas realizadas por productores autoconvocados en varias localidades del país, dejó mucha tela para cortar.
La decisión de entidades y productores, cabe recordarlo, fue la reacción ante la decisión del Gobierno -comunicada el último día del año- de suspender provisoriamente hasta el 31 de marzo las declaraciones juradas de ventas al exterior de maíz de la cosecha 2019/20.
En el medio, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) mantuvo reuniones con el ministro del área, Luis Basterra, procurando armonizar la situación, lo que derivó en dos medidas del Gobierno modificando su postura inicial: la primera, cuando a pocas horas de iniciarse el lockout, Basterra comunicó que se abría parcialmente el cepo al maìz y la otra, medio día antes de finalizar la medida de fuerza, cuanto levantó la restricción, haciendo que la Mesa de Enlace levantara el paro, cosa que no gustó a los autoconvocados.
Como se puede ver, el reciente acontecimiento da para una variada lectura, donde nadie quedó totalmente satisfecho. El Gobierno no quedó bien parado, mucho menos el ministro Basterra; las entidades procuran capitalizar el paro como la causa del cambio de actitud del Gobierno -algo que no todos consideran así- y los productores autoconvocados se sienten defraudados.
¡Todos perdimos!
Precisamente la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios, en un comunicado reflexiona sobre los resultados del cese de comercialización de granos. Explica que la cantidad de camiones que ingresaron al puerto esos días, comparado con un día normal fue un 50% menor y que el registro de ventas del SIO granos, tuvo una reducción de operaciones del 65%.

“Eso podría hacernos considerar que alguien ganó o que fue empate, pero no. ¡Todos perdimos!”, dicen los autoconvocados. “Perdimos los productores, el Estado, perdimos los argentinos y perdió nuestro país. ¡Tres días donde no se produjo, tres días en que no se comercializó ni transportó, ni se cobraron impuestos, ni ingresaron divisas, tres días en que todos perdimos!”
Provocación al campo
El documento agrega que en esos tres días de paro el Gobierno demostró que improvisa, sin analizar las medidas que toma y que, por las formas como las toma, constituyen una continua provocación.
“Nos preguntamos ¿Qué busca el gobierno? ¿Busca someternos? ¿Busca que reaccionemos? ¿Quiere saber cuál es nuestro límite ante sus provocaciones? ¿Busca hacernos responsables por la reacción que pudiésemos tener? ¡La verdad no sabemos, si sabemos que, siempre, perdemos todos! “, señala el comunicado.
Se quejan los productores de haber sido “engañados por muchas cooperativas en las que confiábamos”, que priorizando sus intereses comerciales han estafado los intereses de sus productores asociados y agregan que toda la producción agropecuaria “está en jaque”, criticando la “falta de compromiso y de empatía de muchos productores indiferentes ante la situación que afronta el sector”.
CRA: “Hablando se entiende la gente”
Por su parte Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) lamenta que el Gobierno no accediera al diálogo, que no recibiera a los dirigentes y que se produjera un desgaste general que a nadie beneficia.
“Un viejo dicho campero dice ‘hablando se entiende la gente’, claro, que para eso pase se necesitan dos, que estén dispuestos a escucharse mutuamente”, comienza diciendo en un comunicado la entidad.
Se queja CRA de no haber sido recibidos por el Gobierno y que haya canalizado toda la gestión con el Consejo Agroindustrial Argentino, “entidad mayoritariamente compuesta por el sector comercial de granos y en algunos casos con supuestos beneficiarios del cierre de exportación de maíz”.
Llamado de atención al Consejo Agroindustrial Argentino
En su documento, CRA también insta al Consejo Agroindustrial Argentino “a que no se adjudique representaciones de las que carece y no convalide en nombre de la producción primaria, cupos, permisos, cuotas o cualquier otro artilugio que genere distorsión en los mercados que deben operar por la oferta y la demanda”.
Por último señala que, habiendo suspendido las medidas, se levantó el paro, lo que demuestra que “hubiese sido más simple y nos hubiésemos ahorrado, la zozobra, el enfrentamiento, el cese de comercialización y la pésima imagen internacional, si nos hubiésemos convocado y hubiésemos participado con información confiable y seria, sobre el mercado del maíz y la cobertura de existencia para el mercado local”.
Ahora Basterra con la mesa intersectorial del maíz
A todo esto, ya levantada la medida de fuerza, el ministro Basterra encabezó la segunda reunión con la mesa intersectorial del maíz, conformada en el marco del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) -donde los productores no se sienten representados- para continuar el diálogo con el sector agroindustrial para avanzar en los instrumentos para garantizar el abastecimiento y desacoplar los precios internos de los internacionales.

Durante la reunión, las partes evaluaron distintas propuestas que se trasladarán al interior de la mesa intersectorial y en conjunto con los equipos técnicos de los ministerios nacionales de Agricultura, Economía y Desarrollo Productivo.
Asimismo, se acordó que la semana próxima se realizará una nueva reunión para establecer los pasos a seguir sobre los acuerdos alcanzados en relación con los mecanismos de financiamiento para los productores locales que necesitan del maíz y a los métodos de desacople entre el mercado internacional y el de abastecimiento a transformadores de maíz.
El ABC Rural