“Retenciones y discrecionalidad: Perdemos siempre los mismos”, dice un comunicado de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) -conocida como Mesa de Enlace- ante el decreto 722/2021 del Gobierno nacional que permite al sector petrolero usar un crédito fiscal de un programa de refinación para aplicarlo al pago de retenciones en el caso de que exporten granos.
“En medio de las noticias cotidianas que ensombrecen nuestro presente, apareció en el Boletín Oficial, un decreto que permite descontar retenciones por derechos de exportación a empresas petroleras que exporten productos agroindustriales”, comienza diciendo el documento.
“En efecto –describe- aquellas empresas que lograsen incrementar la producción serán beneficiarias de un certificado de crédito fiscal transferible aplicable al pago de derechos de exportación de productos hidrocarburíferos. Así, no tendrán que pagar retenciones por la exportación de trigo, maíz, poroto, aceite y harina de soja”.
“En definitiva –agrega el comunicado- todos aquellos granos que se reciben en operaciones de canje por insumos agropecuarios como gasoil, lubricantes, entre otros, y que luego son exportados estarán, en la práctica, exentas de derechos de exportación”.
“Hoy por decisión del Gobierno ganaron las petroleras. ¿Mañana quien será? Lo que es seguro es que puede cambiar quién gana, pero siempre perdemos los mismos”, dice la Mesa de Enlace.
El documento de las entidades representativas del sector agropecuario señala que la decisión del Gobierno no solo otorga una ventaja sustancial a las empresas petroleras, en detrimento de las demás empresas agroindustriales, sino que también muestra la incidencia extraordinaria que los derechos de exportación tienen en el proceso de producción y rentabilidad de productores y exportadores.
Pruebas al canto
Más adelante, el documento hace referencia a los considerandos de la resolución cuyo texto “evidencia el reconocimiento explícito que se hace sobre el daño de los derechos de exportación, cuando dice… ¨Esta medida promueve e incentiva la actividad agraria y las economías regionales y motoriza la exportación al permitir la monetización inmediata de un crédito fiscal en la cuantía de sus derechos de exportación, que en esta actividad resultan sustancialmente mayores a los derechos de exportación de hidrocarburos”.
Insiste la Mesa de Enlace en que el decreto 722/2021, que discrimina a las exportaciones agropecuarias, es una medida discrecional que impacta en los siguientes productos o mercaderías: trigo; cebada; maíz; sorgo; habas (porotos, frijoles, fréjoles) de soja; aceites de soja, girasol, cártamo y algodón; residuos de la molienda y de la extracción del aceite de soja y de grasas o aceites vegetales; pellets de cáscara de soja y semillas de girasol.
Una resolución contradictoria
“La resolución es tan contradictoria –agregan- que evidencia que las retenciones son un gravamen distorsivo que quita competitividad a las exportaciones y aliviarlo resulta no ya un incentivo sino el alivio en un desincentivo”.
“El incentivo manifiesto a las empresas petroleras, rompe toda condición de igualdad con las empresas agroindustriales, que deben exportar en condiciones diferentes y que en definitiva trasladan ese perjuicio a los precios que recibe el productor primario”.
“Un nuevo destrato en una larga lista de decisiones que miran al campo solo al tiempo de recaudar y lo someten a condiciones de desigualdad con otras actividades productivas. Hoy por decisión del Gobierno ganaron las petroleras. ¿Mañana quien será? Lo que es seguro es que puede cambiar quién gana, pero siempre perdemos los mismos”.
El ABC Rural