
Nació en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba y desde hace tres años se convirtió en un artesano de la maquinaria agrícola. Pablo Bigo, metalúrgico de oficio y artesano de corazón, sorprende a los fanáticos de los “fierros” con sus delicadas réplicas a escala de maquinarias agrícolas.
“Nos piden trabajos de todo el país. Si bien lo tomo como un trabajo, no es mi principal fuente de ingreso. Más que nada es un hobby que me permite despertar el ingenio y la imaginación”, dice el entrevistado en diálogo con El ABC Rural.

Bigo realiza réplicas exactas a escala de cosechadoras, tractores, tolvas autodercargables y hasta pulverizadoras. “No discriminamos ni modelos ni marca, hacemos de todo”, señala convencido el artesano. El riocuartense tiene 41 años y está casado con Noelia, con quien hace diez años comparten el amor por Bautista, su único hijo.
Desde siempre con los fierros
Desde chico, aprendió en detalle el funcionamiento de las diferentes maquinarias agrícolas, debido a que su familia se relacionaba directamente con el agro, propietaria de una firma concesionaria de maquinarias en esa zona cordobesa.

Si bien el ser artesano no fue inculcado por nadie en la vida del entrevistado, desde pequeño, Bigo siempre estuvo vinculado con el campo por lo cual se aventuró a crear sus primera maquetas que hoy son furor en las redes sociales.
Por otra parte, confiesa que los implemento agrícolas son una pasión en su vida. Actualmente cuenta con un taller metalúrgico familiar donde arregla equipos para el agro. “Eso me ayudó a conocer muchas características esenciales que debo replicar a escala en cada uno de mis diseños”, dice el herrero.

Fabricación que encanta
Los materiales con los cuales Bigo fabrica estas miniaturas son simples y se consiguen en cualquier ferretería o herrería. “Las réplicas cuentan con materiales como metales, maderas y plástico según el equipo que queremos diseñar”, sostiene.
Las piezas son soldadas o ensambladas y tienen una durabilidad eterna. “Cada réplica lleva mucho tiempo y dedicación. Debo construir los detalles que caracteriza a cada pieza para hacerlo más real”, comentó.
Además destacó que se considera “un artesano de la maquinaria agrícola porque cada maquina es elaborada con piezas únicas, con mis propias manos y despertando ingenio e imaginación”.

Su prolijidad y delicadeza lo llevó a exportar diseños a Paraguay y Bolivia en una oportunidad. “Nunca imaginé que tendría trascendencia, lo hice siempre por gusto y amor por lo que hago”, concluyó.