El clima sigue golpeando fuerte en muchas zonas de la región agrícola central, ya que a la sequía y numerosas heladas que perjudicaron a los cultivos invernales y la siembra estival de primera, desde los últimos días de noviembre se sumó una intensa ola de calor, con temperaturas que superaron los 40ºC.
Se trata de un “combo climático” muy difícil de digerir para los productores agropecuarios, que desde hace ya varios meses vienen haciendo “malabares” para poder llevar adelante su sistema productivo.
En los últimos meses, a los problemas en la agricultura, ahora se sumaron los de la ganadería, con campos con muy poco o directamente nada de pasto natural y pasturas muy desgastadas, dejando como consecuencia a muchos animales que bajaron sus índices reproductivos e incluso murieron.
Luego de que muchos productores de la región agrícola central, debido a la falta de precipitaciones, tuvieron que desestimar la siembra de maíz de primera, apostando a la opción de segunda y tardío, y la esperanza estaba en retrasar la siembra de soja de primera.
Pero las lluvias solo permitieron poder sembrar y tener una buena emergencia, ya que se presentaron en bajo milimetraje, y ahora sumado a la ola de calor, se complica mucho el desarrollo del cultivo, a la espera de nuevas lluvias.
Mortandad de plantas de soja y hacienda
“Hoy (lunes 12 de diciembre) estuve recorriendo los lotes de soja, que se sembraron hace 20 días (fines de noviembre), y luego de un buen nacimiento las plantas tienen síntomas de estrés hídrico, e incluso ya hay mortandad”, contó una ingeniera agrónoma y productora agropecuaria del Partido bonaerense de Pergamino, que prefirió no dar su nombre, en diálogo con El ABC Rural. “Por eso cuando vuelva a llover, quizás tengamos que resembrar la soja”, consideró.
En cuanto a la hacienda, la productora agropecuaria indicó que tiene que volver con los animales a la isla (sobre el río Paraná) para empezar a vaciar los lotes que directamente no tienen pasto. “Algunas vacas se murieron por la ola de calor, y otras que ya venían débiles del invierno se meten a las lagunas donde hay algunos charcos, y se quedan empantanadas, la situación está muy complicada”, comentó.
Por lo tanto, la entrevistada, resumió que “el panorama a nivel agropecuario me asusta mucho”.
El ABC Rural